Crónica del concierto de ALICE COOPER y DIZZER en Alma Festival (Poble Espanyol, Barcelona, 28 de junio de 2024)
Recuerdo con cariño cuando en el año 97, siendo todavía un adolescente, el Doctor Music Festival anunció la presencia de ALICE COOPER como una de las golosinas de su cartel. En aquellos tiempos creía firmemente que podía ser la última oportunidad para asistir a uno de sus conciertos, así que planteé a mis padres la posibilidad de subir hasta el mismísimo Pirineo catalán junto con un grupo de amigos del instituto, ninguno mayor de edad. La negativa de mis queridos padres fue contundente, así que me tocó ver la retransmisión en vivo de su concierto que hizo el programa musical Sputnik del desaparecido Canal 33.
Afortunadamente, el Sr. Vincent Damon Furnier y su banda actuaron ante un desangelado Palau Sant Jordi 5 años más tarde y ahí, al fin, me pude quitar la espinita que tenía clavada en lo más profundo de mi corazón. Desde entonces he tenido la fortuna de poder ver a ALICE COOPER en vivo hasta en seis ocasiones y no quería perderme está nueva oportunidad, dentro del marco del Alma Festival, que muchos ya están visualizando como la que puede ser la última oportunidad de ver a esta leyenda viva. Una vez visto lo que os voy a explicar a continuación, quiero pensar que tendremos alguna oportunidad más.
DIZZEL dejó buenas sensaciones
Nada más adentrarnos en el recinto del Poble Espanyol, nos topamos con un nutrido grupo de azafatos que se dedicaba a repartir abanicos de cartón a todos los asistentes. Siguiendo el camino marcado llegamos hasta el Village, una zona acondicionada con césped artificial en la que hay ubicada una carpa, abierta en casi toda su totalidad en estas épocas del año, dónde nos dio la bienvenida la banda de Hard Rock formada en Palma de Mallorca DIZZEL.
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DIZZEL actuó ante un público que todavía andaba ubicándose en el recinto del festival, muchos sorprendidos ya que su actuación no se publicitó más allá de la propia web del evento. El combo mallorquín aprovechó la ocasión para presentar canciones de su disco homónimo, publicado en 2019. La banda se mostró feliz de tocar para el público de ALICE COOPER y desgranó piezas de corte hardrockero como “Now You Know”, “Screaming Inside”, “Nasty Reputation” o “Go, Go, Go” con soltura.
La formación bajó la intensidad con el medio tiempo “Right Or Wrong” y trato de ganarse la complicidad de los asistentes con una versión de “Cold Gin” de KISS. Este no fue el único cover de su repertorio, ya que también versionaron “Smoking In The Boys Room” de MÖTLEY CRÜE. El cuarteto sentenció su actuación interpretando “Take Me To The Preacher”, “In And Out” y “Sweet Little Killer” dejando un agradable sabor de boca ante un público que no tardó en desfilar en dirección hacía la Plaza Mayor del Poble Espanyol para presenciar el concierto de la leyenda viva ALICE COOPER.
ALICE COOPER: teatralidad, terror y Rock
Pasada media hora de las 9 de la noche un grupo de enmascarados empezó a desfilar por el escenario, sujetando un telón que tapaba todo el frontal de este. Fue entonces cuando empezaron a sonar los primeros compases de “Lock Me Up”, deslucida por el mal sonido, a la vez que Alice Cooper hizo acto de presencia atravesando el lienzo portando un sable en su mano. Fue entonces cuando se descubrió un escenario en el que lucía una gran pantalla en la parte trasera y dos escalinatas, que los pipas movían a su antojo para crear diferentes ambientaciones, a lado y lado de la batería de Glen Sobel.
El sonido fue mejorando a lo largo que transcurría el espectáculo y a pesar de que no llegó a ser excelente en ningún momento, por lo menos desde mi posición en un lateral, tampoco fue tan terrible como para no poder disfrutar de la descarga que Alice Cooper y sus secuaces nos tenían preparada. La banda nos dio la bienvenida de la mano de una “Welcome To The Show” que se convirtió en el único tema que tocaron perteneciente a “Road”, su más reciente trabajo de estudio.
La banda se mostró enérgica, enchufada, derrochando carisma por todos lados. Los músicos se apoyan los unos en los otros, buscando la complicidad, apoyándose espalda con espalda subidos en la tarima frontal junto al gran Alice para desgranar temas del calibre de “No More Mr. Nice Guy”, que provocó un estallido de júbilo entre los presentes, para que, acto seguido, Alice Cooper sacara a pasear su destartalada muleta durante la brillante ejecución de una emotiva “I'm Eighteen” que desembocó en una rockandrollera “Under My Wheels” que hizo las delicias del respetable.
Los presentes corearon con ganas temas como “Bed Of Nails” y “Billion Dollar Babies”, en la que Alice desempolvó su florete, pero no repartió billetes de dólar como venía siendo costumbre. En está ocasión hubo menos producción que en giras anteriores, dejando a una banda un tanto mas al desnudo para brindarnos un concierto más crudo, menos show, más Rock And Roll con un Alice Cooper ejerciendo de maestro de ceremonias, mientras Ryan Roxie, Chuck Garrick, Nita Strauss y Tommy Henrikssen no dejaban de moverse como posesos por el escenario, buscando el calor del público en todo momento.
A continuación, una celebrada “He’s Back (The Man Behind The Mask)”, en la versión más eléctrica que suelen hacer actualmente, dejó fuera del repertorio “Snakebite”. Este tema gozó de un poco de teatrillo y es que una fotógrafa persiguió a Nita Straus por el escenario hasta que apareció Jason ataviado con su máscara y con su stick de hockey con el que se encargó de deshacerse de la camarógrafa, momento vitoreado por los presentes. Tras ella, llegó el turno de clásicos de la talla de una “Be My Lover”, cuyo ritmo inicial de batería de Glen fue acompañado por las palmas de los presentes, que empalmó con precisión con la machacona y efectiva “Lost In America”.
Tras un breve respiro llego el turno de una “Hey Stoopid” coreada hasta la saciedad, en la que me dio la sensación de que llevaban los coros grabados, a pesar de que la banda cantaba por encima de ellos. Durante la interpretación de esta apareció otro paparazzi sobre el escenario, esta vez fue Alice quien se encargó de clavarle una vara en el estómago. En ese momento, los pipas se encargaron de mover las escalinatas para que Alice se quede postrado en una de ellas mientras Glen se encarga de su breve solo de batería, tras el cual atacaron con una inquietante “Welcome To My Nightmare” aderezada con imágenes de una tormenta en la pantalla trasera.
La banda continuó con su festival de lanzamiento de púas, apoyando al jefe en todo momento, brindando el espectáculo que demanda un show de Alice Cooper. LA actuación prosiguió su camino de la mano de composiciones como “Cold Ethyl”, que el vocalista cantó abrazado a su muñeca de trapo, “Go To Hell” aderezada con las maracas y la aparición de Calico Cooper y su látigo, y tras ella, uno de los momentos más esperados de la velada, turno para una “Poison” que desembocó en un océano de móviles en alto mientras Ryan y Rita bordaban el solo inicial. Esta parte del espectáculo fue sentenciada con rotundidad gracias a un himno noventero de Alice Cooper, la infalible “Feed My Frankenstein”.
A continuación, se proyectó un fragmento de un vídeo extraído del “'75 Alice Cooper TV special” en el que aparece Alice junto a Vincent Price y que sirvió de introducción para una ejecución instrumental llamada “Black Widow Jam” en la que Nita Strauss capitaneó a sus compañeros mientras el vocalista aprovechaba para oxigenarse de cara al tramo final del concierto. “Ballad Of Dwight Fry” nos devolvió a un Alice Cooper atrapado en su mítica camisa de fuerza mientras un encapuchado le endosaba descargas eléctricas. El tema terminó con uno de los números más esperados, el de la decapitación de Alice en la guillotina y el posterior paseo de su cabeza en manos de Calico Cooper, su propia hija que hace años que encarna uno de los personajes del show.
Una versión abreviada de “I Love The Dead” dio paso a “Elected”, tema que Alice cantó desde lo alto de las escalinatas que colocaron justo en el frontal del escenario, adornadas con banderas estadounidenses, emulando un mitin político. Tras ella sonó el timbre de la escuela para introducirnos de lleno en una más que celebrada “School's Out”, que incluyó el estribillo de "Another Brick In The Wall (Part II)” de PINK FLOYD y que todo el mundo cantó de principio a fin.
Alice Cooper volvió a dejarnos otro concierto para el recuerdo, esta vez en el Poble Espanyol de Barcelona, junto a una banda que funciona como un reloj suizo. Los músicos disfrutaron e hicieron disfrutar a los presentes, a pesar del sonido mejorable, erigiéndose como una de las bandas más bien engrasadas del Rock.
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