Crónica y fotos de los conciertos de la primera jornada de Rock Imperium Festival 2024 (miércoles 19 de junio)
Rock Imperium Festival 2024, organizado por la promotora Madness Live, ha vuelto a reunir en Cartagena lo más granado y selecto, dentro de lo disponible cada verano, del panorama del Heavy Metal, Hard Rock y Metal Extremo internacional, este año con JUDAS PRIEST como gran estrella de su plantel de grupos.
El festival se ha posicionado con fuerza dentro del cada vez más saturado panorama de eventos veraniegos en nuestro país. Una de las ciudades con más historia de España acoge esta celebración del Metal que, si de entrada puede resultar aparentemente sofocante por la latitud y momento del año, tuvo a su favor la fabulosa brisa marina que viene del muy próximo mar Mediterráneo, haciendo muy llevaderas las jornadas dentro del Parque de El Batel.
Su intención es la de saciar, en los albores del verano, el hambre musical de miles de fans con sus conciertos e incluso con actividades culturales paralelas como proyección de películas y documentales o incluso la presentación de la biografía de NAPALM DEATH, en la que estuvo el mítico bajista Shane Embury.
Si además de todo esto hay una causa bonita detrás, pues un punto extra: Rock Imperium ayuda a asociaciones volcadas con la protección animal, en concreto a la gestión de colonias de gatos en la provincia de Murcia, pues doble bien para aquellos que tenemos especial devoción por los pequeños felinos. No en vano, este año todo el tinglado estaba dedicado a Garfield, un gato negro que entiendo subió al reino de los cielos gatuno y entendemos que era la querida mascota del organizador. ¿Qué mejor manera que recordar sus siete vidas todos juntos?
Dejando las historias de amor y amistad gatunas un lado, pasamos a desgranar la primera de las cuatro jornadas de Rock Imperium Festival 2024 con pesos pesados, bandas emergentes y golosinas varias en lo musical.
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Ronnie Romero y su banda rayan a un altísimo nivel
La banda de Ronnie Romero es lo primero que pudimos ver en Rock Imperium Festival 2024, y qué bien empezar así un festival. Al magnífico cantante chileno le hemos visto ya en mil batallas, tan variopintas y numerosas que hay quien le tilda de mercenario: pero es un talento demandado y luchará a tu lado y por tu causa si es la del Rock, y si la soldada es buena, entiendo.
Pero ahora con su proyecto en solitario, él manda más que nadie, y el que se la juega es él. Entiendo que en este proyecto personal, reclutando él a sus músicos en vez de ser él “el elegido”, la presión es quizá, mayor. Bueno, pues nada de eso se vió en Rock Imperium Festival: él y su banda acompañante rozaron la perfección, y con una naturalidad que para nada denotaba presión alguna.
“Castaway The Moon” y “I’ve Been Losing You” arrancaron un concierto en el que el sonido fue claro y preciso, con unos teclados de Francisco Gil que tenían mucho volumen en la mezcla, algo de agradecer en una banda de estas características. El músico de NOVA ERA no es el único de esta formación gallega que está con Ronnie: un grande de la guitarra del Heavy Metal español como José Rubio coincide también en este proyecto.
“Chased By Shadows”, que encandilaría a cualquier seguidor de la última etapa de DIO, dio paso al anuncio de que el concierto era algo especial, porque se estaba registrando para un futuro lanzamiento en vivo, por lo que el público fue invitado a “mostrar sus banderas” por un simpático y suelto Romero, como si todos los días se grabase un trabajo en directo… y así dio paso a “The Ferryman”, de su proyecto con Magnus Karlsson THE FERRYMEN, a quien recordó con unas bonitas palabras, al igual que a otros aún más ilustres guitarristas con los que ha colaborado, como Ritchie Blackmore.
“Crossroad” o “The Last Ship” fueron otras de las elegidas para la ocasión. Para acabar de adornar la actuación, el set se cerró con “Rainbow In The Dark” de DIO justo cuando empezaban a caer unas gotas de lluvia, un momento mágico que a algunos nos puso los pelos de punta. La sensación final fue que de este show saldrá un muy buen trabajo en directo, sin duda. Como el sonriente Ronnie remarcó durante el concierto, ¡no dejen de comprar el DVD para verse!
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Fiesta en Cartagena con ECLIPSE
Se me ocurren pocas bandas más apropiadas para un festival de verano que la conformada por los suecos ECLIPSE. Con un pequeño juego de luces propias a los lados de la batería, los de Estocolmo se plantaron para caldear la fiesta del primer día a base de temas pegadizos de Hard Rock, todos ellos con un tono comercial de lo más positivo.
Antes de regresar en su próxima gira de salas españolas para diciembre, Erik Mårtensson, Magnus Henriksson y los hermanos Crusner querían dar una pequeña píldora de amor a los asistentes, y de lo más adictiva. “The Hardest Part Is Losing You” y “Falling To My Knees”, entre otros chutes de melaza amorosa, pusieron en aviso a aquellos que pensaban que una vez al año sería suficiente para ver a los suecos. Pero para muchos, una visita a la pastelería no es suficiente.
Más allá de lo edulcorado y empalagoso de su música, que a veces puede resultar cargante, hay una magnífica puesta en escena, con detalles como el pie de micro rojo o de los numerosos cambios de guitarra durante su show… cositas pequeñas, pero que enriquecen su propuesta.
Más allá de esto, hay que reconocerles un talento para la música en directo más que sobrado, haciendo de la necesidad virtud, y es que tocaron “Battlegrounds” en formato acústico porque el kit de batería no pudo más y se vieron obligaron a cambiar la caja del mismo. No es que estuviera previsto, claro, pero fue todo tan fluido y perfectamente llevado, con tal naturalidad, que si me dicen que hacer este tema así era parte del guion del concierto, que fuera algo que repiten cada noche, me lo hubiera creído.
“The Donwfall Of Eden”, “Saturday Night Halleluyah”, “Black Rain” y un cierre aún más coreado que los otros temas, si cabe, con “Viva La Victoria”, hicieron vibrar el suelo del El Batel. Composiciones con un gancho tremendo, tocadas a la perfección y en comunión total entre cuatro músicos tremendos y unos seguidores entregados: ECLIPSE dio un concierto para quitarse el sombrero en tierras murcianas. Un show para el recuerdo, entre lo mejor de la edición del 2024.
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Con un concierto así, desde luego su fan medio debería volver en diciembre.
Show antológico de URIAH HEEP en Rock Imperium Festival 2024
Tras pasar por diferentes ciudades españolas en pack legendario con sus compatriotas JUDAS PRIEST y SAXON, los pioneros del Hard Rock URIAH HEEP recalaron en el festival Rock Imperium de Cartagena sin el cruel corsé de las limitaciones horarias de su reciente periplo ibérico. Así pues, asistimos a un concierto en el que los de Mick Box pudieron explayarse un poco más y ofrecernos, bajo el sol cartagenero, un amplio repaso a lo mejor de su extensísima trayectoria para deleite de sus muchos fans.
No obstante, la banda comandada por el incombustible cantante Bernie Shaw (pletórico en todo momento) reivindicó su más reciente trabajo con la trepidante dupla de apertura “Save Me Tonight”, de su más reciente “Chaos and Colour”, y la monumental “Graced by Heaven” de su trabajo anterior. Enchufados desde el primer compás y con un nivel de interacción con el público sobresaliente, URIAH HEEP empezaron a abrir el baúl de sus muchos tesoros con la oscura y tenebrosa “Rainbow Demon” y la más festiva y participativa “Stealin”. Para ese momento la comunión entre banda y público era ya total y la sonrisa en la cara de los londinenses era deslumbrante.
“Hurricane” volvió a demostrar que la banda no vive de las rentas sino que aún sigue siendo capaz de facturar obras de una calidad espectacular como así demostraron un poco después con la épica “Hail The Sunrise “, otra obra de arte extraída de su nuevo disco. Pero lo que seguramente muchos de los presentes deseábamos por encima de todo era lo que sucedió a continuación: un repaso a fondo a los temas que forjaron la leyenda de la banda del hechicero de las seis cuerdas, Mick Box. Su arranque metalero en “Free And Easy” (una golosina extraída de su disco “Inocent Victim”) dejó a más de uno boquiabierto por su velocidad y fiereza protometalera. Un poco antes nos habían regalado una de las sorpresas de la tarde con la bellísima “Sweet Lorraine” (de su mítico “The Magician’s Birthday") con todo el público bailando y dando palmas.
“Gypsy”, con ese arranque tan progresivo y ese riff legendario y pionero (¡es de 1970!) destapó la caja de las mejores esencias de la banda en un fin de fiesta imbatible. “Look at Yourself” nos demostró por qué es tan injusto que HEEP no hayan pasado a la historia al mismo nivel que sus coetáneos DEEP PURPLE. En este tema demostraron ser tan heavies como ellos y creativos como pocos. El espectacular solo de Mick Box, además, evidenció que la banda tiene aún recorrido para rato. El cierre con la sobrecogedora “July Morning” y la emocionante “Sunrise” dejó al público con la sensación de haber presenciado el qué tal vez sea uno de los mejores conciertos de la recién inaugurada edición.
Y eso que la sorpresa más grande de su actuación estaba por llegar. Para el inevitable cierre con “Easy Livin’” contaron con la colaboración de Ronnie Romero a la voz y de Ritchie Faulkner a la guitarra, ambos compañeros del bajista Dave Rimmer (soberbio en todo momento) en ELEGANT WEAPONS. No podíamos imaginar mejor fin de fiesta para una actuación antológica que estoy seguro que será recordada por muchos como una de las mejores de estos incombustibles veteranos.
La entrega de EXTREME
Había muchas ganas de ver a las huestes de Gary Cherone y Nuno Bettencourt en el Rock Imperium después de sus fechas en apoyo de MR.BIG y la verdad es que no defraudaron en absoluto. Enchufados desde el mismo arranque con clásicos como “It´s a Monster” y el frenético “Decadence Dance” pronto reivindicaron su más reciente obra, el soberbio “Six”, con “#Rebel” demostrando un estado de forma espectacular y una ilusión y entrega totales.
Las vigorosas “Rest in Peace” y la más reciente y vibrante “Banshee” se acompañaron de guiños a su pasado más remoto y a sus idolatrados QUEEN justo antes de acometer un set acústico que levantó ovaciones merecidas. Y es que tocar temazos como “Hole Hearted” o la incombustible “More than Words” es jugar a ganar con un público que comía de la mano de Nuno y Gary.
Electrificados de nuevo los de Malden se pusieron el cuchillo en los dientes y demostraron ser una banda contundente como pocas con “Cupid's Dead” (con guiño a SAM COOKE incluido), “Am I Ever Gonna Change” y la más reciente “Thicker Than Blodd” donde Pat Badger (bajo) y Kevin Figueiredo demostraron ser la mejor base rítmica posible para EXTREME. El bonito homenaje a Eddie Van Halen que hizo Nuno dio paso a la recta final con el imprescindible y festivo “Get the Funk Out” y el cierre con “Rise” volvió a reivindicar el presente de una banda que pese a su extenso pasado tiene todavía ante sí un deslumbrante futuro.
Carlos Fernández
JUDAS PRIEST: el imperio del Heavy Metal en Cartagena
El plato fuerte del miércoles, y de todo el festival, era claramente JUDAS PRIEST, al menos para la inmensa mayoría de asistentes, si no todos. Después de la gran gira anterior, entonces sin disco nuevo al que atender, ahora cambiaban las tornas: “Invincible Shield” tenía que ser debidamente presentado. La banda lleva un nuevo set escénico, algo más sencillo respecto al montaje anterior de hinchables de ambiente industrial y posapocalíptico, pero del que aún se han conservado los visuales y la imponente cruz de luces.
El quinteto se arrancó, después del “War Pigs” de BLACK SABBATH y una breve y épica introducción orquestal, con “Panic Attack”, canción a la que Rob Halford se enfrentó con una voz un tanto artificial y fría aún, pero con sus cuerdas vocales rápidamente entrando a carburar y a dar, dentro de sus posibilidades actuales, un resultado satisfactorio a lo largo de todo el concierto, con la inevitable dosificación en los agudos gracias a la técnica y la experiencia de tantas décadas afrontando giras.
Plenos de potencia y empalmando una tras otra sin respiro, los británicos interpretaron “You’ve Got Another Thing Coming” (raro verla tan al principio de un set), “Rapid Fire”, “Breaking The Law” (con imágenes de disturbios en el Reino Unido ¡clase obrera metalúrgica al poder!) y “Riding On The Wind”. Hasta aquí, fue todo corrido, sin tomar aliento y con una fuerza total, levantando los vítores de un público entregado desde la primera nota, pero también evidenciando que su sonido es más denso que nunca, con una afinación más grave y un tempo más pesado. No es algo que le siente del todo mal a los temas, y es algo que vienen haciendo ya desde hace años, pero desde luego no es exactamente el sonido clásico de PRIEST.
Pausando para ambientar de manera apropiada una impresionante “Love Bites”, que pensé que jamás vería en vivo (adornada con imágenes del "Nosferatu" clásico) se abrió el trío de golosinas, que fueron culminadas con “Devil´s Child” y “Saints In Hell”, entrañable pero un tanto desvirtuada. Menudo gustazo nos dieron a algunos. Aunque nos quedarán cosas por rememorar en vivo como “Solar Angels”, “Delivering The Goods”… hay que agradecer estos guiños, aún siendo solo unas pocas perlitas de caviar.
Y eso solo fue la mitad del concierto, que siguió con “Sinner”, “Turbo Lover”, “Invincible Shield”, “Victim Of Changes”, “The Green Manalishi (With the Two Pronged Crown)” y “Painkiller”, en el que Scott Travis se dirigió al público antes de la habitual introducción. El cierre lo pusieron “Electric Eye”, “Hell Bent For Leather” (con Halford atizando a Andy Sneap desde la moto con su fusta de cuero…) y el cierre de fiesta “Living After Midnight”.
Fue un concierto muy disfrutable, pero que me dejó con sensaciones encontradas. Cuando valoramos lo que es JUDAS PRIEST a día de hoy, nos centramos demasiado y demasiadas veces en evaluar la voz de Rob Halford, que hace un papel muy digno, pero hay que ir más allá, y es que mucha de la esencia del grupo reposaba sobre los duelos de guitarras de K.K. Downing y Glen Tipton, y esto es algo que se ha esfumado por completo.
Si bien Faulkner es un guitarrista talentoso y con mucha presencia escénica, y que Sneap es un icono histórico e indispensable del Heavy Metal y el Thrash europeo (así, sin paliativos) gracias a haber grabado obras incunables con HELL y SABBAT, o sus producciones para terceros de renombre (AMON AMARTH, CARCASS, EXODUS, TESTAMENT… y voy a parar) como dúo cumplen, pero no están logrando la magia.
Fue un concierto bueno de JUDAS PRIEST, rozando el notable, sin duda, seguramente con más luces que sombras. Pero ¿es eso suficiente? ¿Puede permitirse la leyenda entre leyendas, aún volcándose en un ejercicio de sacrificio total, ofrecer algo incompleto? Con los ojos vidriosos y mientras me despedía entre aplausos del grupo que tanto nos ha dado, me embargaba una emoción total pero por el sabor a final de una era gloriosa, la melancolía de los recuerdos que atesoro asociados a su música, y no por un presente a la altura de su innegable grandeza histórica. Habrá que conformarse.
Incluso ahora, mientras escribo esta crónica, no puedo evitar tener un cierto dolor ocular por la extraña tendencia humana de contención, de no expresar los sentimientos, de evitar el llanto. Exagerado… seguramente igual de exagerado que aquellos que lo ven desde el polo opuesto y ven a los Dioses del Metal en un momento aplastante. Dejémoslo en empate y siendo justos: JUDAS PRIEST defiende su legado con gran dignidad, pero con evidentes imperfecciones.
Igualmente, y de nuevo, mi más sincera reverencia a los británicos por tantos años de lucha por el Heavy Metal, y por haber hecho de nuestras vidas algo más llevadero.
IN EXTREMO
Hacía muchos años que no veía al grupo alemán de Folk Metal más aclamado. Si en su día la música y la estética del grupo, con sus instrumentos medievales, fueron un sello de identidad, poco ha cambiado desde entonces. Podría haber sido un concierto de hace diez o quince años y nadie se habría enterado.
Ante un puñado de fieles, y otro tanto de curiosos, IN EXTREMO salía después de JUDAS PRIEST ante una ligera lluvia para hacer sonar clásicos como “Vollmond”, “Liam” o “Küss Mich” (dedicada a las numerosas chicas presentes entre el público) y reflotar bonitos recuerdos de festivales por España y Europa donde ya los hemos disfrutado tantas veces. También “Ave Maria” y la inevitable canción en español “En Esta Noche” fueron interpretadas por el grupo.
Los germanos también tuvieron a bien anunciarnos que al final del verano habrá un nuevo disco del grupo a la venta, que se titulará “Wolkenschieber” y del que adelantaron un single inédito hasta ahora.
La respuesta del público fue un tanto limitada, condicionados todos por el cansancio de una primera jornada agotadora en parte por el viaje previo desde distintos puntos de la geografía española, pero no por la banda: IN EXTREMO estuvo impecable, sonorizando a la perfección sus gaitas, arpas, percusiones… sencillamente redondo.
Crónicas de Carlos Herrero y Carlos Fernández
Fotos de Jorge Riquelme (@maestrobeerbrola)
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