RIVAL SONS reclama el trono del Rock con una actuación estratosférica en Barcelona

Crónica del concierto de RIVAL SONS y CREEPING JEAN en la sala Apolo de Barcelona (17 de junio de 2024)

Ha tenido que transcurrir casi un lustro para que RIVAL SONS volviera a pisar un escenario en Barcelona. El público barcelonés tenía una espina clavada desde su última visita, cuando los problemas técnicos mermaron la actuación de la banda californiana en la Sala Bikini. Casi cinco años más tarde, habiendo publicado dos excelentes trabajos como son "Darkfighter" y "Lightbringer" (dos de nuestros mejores discos de 2023) pudimos disfrutar nuevamente de su clase y energía sobre el escenario de una sala Apolo a rebosar, acompañados por la formación de Brighton, CREEPING JEAN.

Viaje en el tiempo de CREEPING JEAN

La formación inglesa CREEPING JEAN aceptó el desafío de calentar el ambiente de una Sala Apolo que lucía muy buen aspecto a pesar de tratarse de un lunes a las 19:30 horas. El quinteto no se amedrentó y salió a morder ante un publico que dejó entrever que, en su gran mayoría, desconocía el repertorio de esta joven banda.

Cómo si hubieran aparecido teletransportados por una máquina del tiempo desde la mismísima década de los setenta, los miembros de CREEPING JEAN hicieron acto de presencia sobre el escenario, ataviados con americanas, pantalones de campana y alguna lentejuela que otra para descargar su Rock de corte setentero de manual que, por momentos, tratan de rejuvenecer con algún que otro ingrediente que acerca su sonido al mismísimo Indie.

CREEPING JEAN estuvo unos 45 minutos sobre las tablas y durante este tiempo no dejaron de repartir guitarrazos a diestro y siniestro, gozado de un sonido poderoso para tratarse de unos teloneros. Mención especial para Thomas Elliot, encargado de los coros, panderetas y guitarras acústicas, que parecía poseído por algún tipo de ser maligno, moviéndose sin parar de un lado a otro del escenario mientras sus compañeros ejecutaban temas como “The Rattle”, “When’s The Blowout”, “Sassy Got Shakes”, “Flourescent Orange Skies”, “Hold The Image” o “Warm & Fuzzy”.

Terminaron su concierto con los mástiles y la pandereta en alto mientras Thomas espetó un “Visca el Barça” más que rotundo que arrancó la ovación de los presentes. A juzgar por la calidez del aplauso final, dejaron buen sabor de boca entre unos asistentes que estaban esperando a RIVAL SONS con fervor.

La elegancia conmovedora de RIVAL SONS

Y al fin llegó el momento más esperado de la noche. A las 20:30 horas, con puntualidad británica, aparecieron los miembros de RIVAL SONS sobre el escenario. Aclamados como Dioses y con un simple fondo con el logo iluminado de la formación, dieron comienzo a su concierto con la garra que caracteriza a un tema del calibre de “Mirrors”. Acto seguido incendiaron todavía más el arranque de la mano de la enérgica “Nobody Wants To Die” y el magnetismo de una “Tied Up” coreada hasta la extenuación.

Tras este arranque vencedor con el que se metieron al público rápidamente en el bolsillo continuaron desgranando su repertorio con un par de temas de su aclamado “Feral Roots”. La primera de ellas fue una colosal “Too Bad”, cuyo riff inicial ejecutado por Scott Holiday con su guitarra de doble mástil todavía retumba en mi mente, y el tema homónimo en el que el bueno de Jay Buchanan demostró su asombroso poderío vocal, aportando el misticismo que esta composición exige, moviéndose descalzo, como viene siendo habitual en él, de un lado al otro del escenario, arengando a las primeras filas con sus movimientos y bailes.

Los cambios de guitarras entre tema y tema fueron constantes a lo largo de toda la actuación. Los técnicos ubicados en lateral del escenario se ganaron su sueldo con creces, pendientes en todo momento de los cabios de guitarra de un Scott que tenía una amplia colección pertinentemente guardada en un armario. También estuvieron atentos a cuando Jay necesitaba una guitarra acústica para acompañar al resto de la banda. Dicho ajetreo de instrumentos producía un efecto hipnótico sobre mi persona y no podía dejar de mirar a como preparaban todo entre tema y tema.

La interpretación de “Mercy” fue rotunda, sonó inquebrantable y tras ella, llegó el turno de la magia de la mano de dos clásicos más grandes que la vida como son “Open My Eyes” y una “Pressure And Time” en la que brilló el momento de las percusiones, ambas celebradas ampliamente por el público barcelonés. Tras ellas, se adentraron en los terrenos místicos de una “Manifest Destiny” que nos llevó de cabeza hasta los tiempos de “Head Down” y que arrancó una gran ovación tras el maravilloso solo de guitarra de Scott.

La base rítmica sonó como el trueno durante la ejecución de la celebrada “Do Your Worst” y “Thundering Voices”, cuyo estribillo se convirtió en uno de los momentos más íntimos de la velada. Mike Miley se llevaba todas las miradas mientras aporreaba sus tambores con intensidad, aposentado en su batería elevada, con el logo de la banda detrás, cuyas alas parecían salir de su espalda, mientras que Dave Beste se mantuvo frío e imperturbable en su lateral del escenario mientras se dedicaba a sus labores a las cuatro cuerdas y coros.

Iba a decir que la intensidad se rebajó con la ejecución de “Memphis Sun”, pero en el caso de una banda como los RIVAL SONS suenan intensas hasta sus canciones más calmadas. Cambio de tercio para adentrarnos en uno de los temas más oscuros de la discografía de los californianos, me refiero a “Darkside”, tema que nos dejó una interpretación vocal magistral por parte de Jay. Y es que lo que transmite este hombre con sus cuerdas vocales no tiene nombre. Desde los susurros más íntimos hasta los gritos más desgarrados.

A continuación, llegó uno de los grandes momentos de la noche. La banda se retiró para dejar a Jay sólo con su guitarra acústica sobre las tablas. Tras un breve discurso que aprovechó para dedicar “Shooting Stars” a los civiles inocentes que han perdido sus vidas en el conflicto palestino-israelí y mandar callar con ímpetu a una cotorra que habitaba entre el público, se arrancó con el tema convirtiéndolo en pura magia, acompañado por los coros y palmas de una Sala Apolo que lucía preciosa a lo largo de toda la velada.

La calma se mantuvo con una brillante interpretación de “Mosaic”, con toda la banda de nuevo sobre el escenario. Tras ella, RIVAL SONS afrontó la recta final llevándose al público al bolsillo con las interpretaciones de “Torture”, en la que hicieron una jam jugando con las palmas y los coros de los presentes que le regalaron a la banda una de las ovaciones más largas que recuerdo en mucho tiempo y que fue cortada por el riff inmenso de “Electric Man”, que terminó fundiéndose en un nuevo mar de aplausos. Jay agradeció a todos los presentes por apoyar la música en vivo y el Rock And Roll para después gritar si queríamos una más. El público respondió entre gritos y el grupo finiquitó una grandísima actuación de la mano de “Keep On Swinging”.

RIVAL SONS se ha convertido en una de las bandas más fiables y en forma de la escena del Rock actual. Jay Buchanan y Scott Holiday lideran una de las formaciones más brillantes, apasionantes y maravillosas que hay en el mundo hoy en día. Esperemos que sigan tocados por esa varita mágica y que podamos disfrutar de su música por mucho tiempo más. Simplemente estratosféricos.

Promotora: Primavera Tours

Más sobre las bandas:

• Facebook de Creeping Jean
• Web oficial de Rival Sons

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