ACCEPT, irregular en la noche que SAXON vence en Rock Imperium de Cartagena

Crónica y fotos de los conciertos de la tercera jornada de Rock Imperium Festival 2024 (viernes 21 de junio)

• Día 1: JUDAS PRIEST instaura el reino del Heavy Metal en Cartagena
• Día 2: AVANTASIA se sube al tiovivo en Rock Imperium el día del adiós de CIRITH UNGOL
• Día 4: Yngwie Malmsteen solo hizo honor a su ego en un Rock Imperium Festival con CARCASS imperial

Rock Imperium Festival 2024 de Cartagena ofreció otra explosión de energía para los aficionados al Heavy metal y demás subgéneros. Entre las principales atracciones se encontraban los japoneses PHANTOM EXCALIVER y la actuación sorprendente de Tete Novoa en las primeras horas, leyendas como ACCEPT y SAXON y emblemas del Black Metal como EMPEROR. Con BEAST IN BLACK dentro de la representación del Power Metal y un show bailable y la clase de NESTOR con su Hard Rock de banda sonora también hubo hueco para unos héroes de la NWOBHM como BLITZKRIEG.

PHANTOM EXCALIVER se gana el cariño de los fans

Una de las atracciones más llamativas de Rock Imperium Festival 2024 fueron los japoneses PHANTOM EXCALIVER (otra fue la de sus compatriotas LOVEBITES al día siguiente), una de esas bandas que, por su falta de complejos, mezcla de géneros e idiosincrasia estética y temática atraen a un público muy diverso e incluso joven, lo que buena falta hace en la escena.

PHANTOM EXCALIVER se plantaba en Cartagena meses después de triunfar en la batalla de bandas de Wacken 2023, demostrando que su carisma, comunicación con la audiencia -especialmente afable su cantante Kacchang- y poderío sobre las tablas arrasan con todo. Lamentablemente llegamos en el ecuador de su concierto con la interpretación de su festivo “Kanpai” al grito de “Let’s fucking kanpai”, lo que viene siendo un “¡salud!” a la japonesa para brindar (al parecer nos perdimos, por ejemplo, su versión de “Cha-La Head-Cha-La”, el popular tema de “Dragon Ball”). Pero desde luego pudimos comprobar cómo animaron como fieras al público y derrocharon simpatía constantemente.

“Amamos el Metal, confiamos en el Metal; la gente te traiciona”, fue la frase que dio pie a “Metal Never Betrays Us”, canción que se ha convertido en un himno para la banda. Y también en un lema, pues la camiseta que llevaron como merch especial lucía dicho mensaje en español “el Metal nunca te traiciona”.

Entre circle pits y el público dándolo todo, Kacchang sacó una espada para desatarse con “Legend Of The Sword” y terminar con "The Rebellion" y el aplauso del respetable.

Entradas relacionadas:

Yngwie Malmsteen solo hizo honor a su ego en un Rock Imperium…

ARIA INFERNO lanza el disco "Insignificance"

PHANTOM EXCALIVER se ganó el cariño de los asistentes no sólo con su concierto, sino con su presencia durante todo el festival. Los músicos nipones se hicieron fotos y charlaron con todos los fans que se les acercaron estos días. Seguro que vuelven.

Enrique Herrero

Tete Novoa y su espectáculo de Rock y Heavy Metal en Rock Imperium Festival

Tete Novoa, el vocalista de SARATOGA, sigue decidido a mostrarse emancipado, artísticamente hablando, de la banda que le dio la fama. Para ello ha montado su propia “aerolínea” en este cabaret o teatro del Rock que está cogiendo impulso. Con este proyecto en solitario, el cantante demuestra que quiere hacer una música más accesible, yendo más allá del Heavy Metal, de los agudos imposibles, de su musculatura… mmm, no, de esto no.

Acompañado de un equipo de ocho bailarinas y dándole vistosidad con varios cambios de vestuario, el vocalista madrileño planteó un espectáculo muy currado. Coreografías, proyecciones en la pantalla, hinchables simulando un avión caído, dos coristas, una banda competente... e incluso pirotecnia, que por cierto dio un pequeño susto en las primeras filas con un incendio que rápidamente fue sofocado. Y todo ello en el día del cumpleaños del protagonista, ¡Rock Imperium, eso sí que es una fiesta de celebración!

Así, con una inversión en tantos elementos materiales y personales para ofrecer un concierto vistoso, lo cierto es que el esfuerzo puesto por Tete Novoa seguramente se merezca ser presentado a una hora menos calurosa y en mejores condiciones de luz. Un pequeño problema en el escenario (del que nadie se enteró, excepto los que vimos ir corriendo a una empleada de Tete hasta la mesa de sonido y luces) no perturbó lo que iba sobre ruedas.

Canciones propias (“Fuego Cruzado”, “Techos De Cristal”...) y un par de versiones conformaron el concierto. “Maldito Sea Tu Nombre”, de ÁNGELES DEL INFIERNO, fue algo imperial en la garganta de Tete, pero “The Trooper” de IRON MAIDEN, con letras modificadas en castellano, se la tienen que ahorrar porque es una adaptación fallida.

No hubo espacio alguno para SARATOGA, grupo al que podemos disfrutar en un formato completo con cierta asiduidad, pero sí para explayarse lanzando mensajes de unidad en el mundo del Metal o contra la esclavitud de las adicciones tecnológicas. En general, muy buenas sensaciones y una propuesta digna de ver.

La fiesta de BEAST IN BLACK

Los finlandeses BEAST IN BLACK dejaron desde el principio muy claras sus señas de identidad: Power Metal muy cañero, festivo y… bailable. Y eso es lo que consiguieron con su show, poner al público a bailar, por raro que suene, y pegar botes durante la mayor parte de su actuación. Es lo que tienen sus ritmos y sintetizadores…

En cualquier caso, aunque se echa de menos un teclista, la parte puramente interpretativa también brilló, con el cantante Yannis Papadopoulos en un gran estado de forma, yendo y viniendo de un lado al otro del escenario y también desapareciendo dando pie a que se lucieran los guitarristas Anton Kabanen y Kasperi Heikkinen y el bajista Máté Molnár. Cuando Papadopoulos, que sudaba bastante, se ausentaba, ellos se convertían en el centro de atención y se juntaban para ponerse al frente en “Blade Runner”, o en uno de los laterales en “Hardcore”, mientras el vocalista ocupaba el otro lado.

Brillaron, como no podía ser de otra forma, la romántica y a la vez potentísima “Born Again”, con los músicos apoyando generosamente en los coros, y una muy celebrada “Sweet True Lies”. El público siguió viniéndose muy arriba y bailando con "No Surrender", “Die By The Blade o la épica y alejada del jolgorio “Beast In Black”, basada -como varias de sus canciones- en el manga “Berserk”.

“Moonlight Rendezvous” comenzó con el batería Atte Palokangas -aunque acompañado del sonido de sintetizadores- hasta que sus compañeros volvieron a irrumpir en escena, como entre el público lo hicieron dos unicornios y un dinosaurio hinchables que se dedicaron a caldear aún más el ambiente pogueando entre la audiencia.

Siguió la cosa sin mucho sobresalto con “Eternal Fire” y “To The Last Drop Of Blood” para estallar con la archifamosa “Blind And Frozen”, pura dinamita en directo que me hace pensar por qué BEAST IN BLACK no la elige para cerrar. El corte fue ovacionado por el público, con cánticos de “oeoeoe” que Kabanen y Papadopoulos replicaron a la guitarra.

De ahí al término de su concierto cayeron “Cry Out For A Hero” y “One Night In Tokyo” que personalmente, después de su hit, me parecieron descafeinadas. Papadopoulos dio las gracias en finlandés, griego húngaro, japonés y por supuesto español y anunció un nuevo tema, “Power Of The Beast”, que no tocaron en vivo. Sí interpretaron para cerrar la agresiva “End Of The World”, culminando una competente actuación -me sorprendió Yannis, de quien no tenía buenas referencias- con partes explosivas y mucha juerga.

Enrique Herrero

NESTOR pone la banda sonora a Rock Imperium Festival

La banda de Hard Rock NESTOR, resucitada treinta años después de su creación, pasó por Rock Imperium con todas sus señas. Aún siendo oriunda de Suecia, su hogar podría ser un rincón de Hollywood Hills, pero cualquier lugar es bueno para regar nuestros oídos de himnos ochenteros, de esos que nos retrotraen a una era dorada de la producción cinematográfica. Con canciones como “Perfect 10 (Eyes Like Demi Moore)”, poco más hay que añadir.

Con los teclados a todo meter, los flecos y un sonido ideal para el Hard Rock y el AOR… el concierto de NESTOR fue divertido y entrañable, especialmente para ellos tras haber cancelado su actuación de 2023. Además de la ya citada canción con referencia a una mítica actriz, pudimos disfrutar de “Kids In A Ghost Town”, “Victorious o “Caroline” y el final con “1989”. Curiosa elección esta última canción, ya que podría entenderse que ese fue también el último año grande de la década dorada del cine, al menos para los que cumplimos cierta edad.

Fue un concierto muy completo, con una banda pletórica y que engancha fácilmente a cualquiera que se detenga a escuchar su música, aunque pasase de refilón por delante del escenario. Solamente nos faltó una exhibición del Señor Miyagi y Apollo Creed para lograr el clímax total.

NESTOR demostró desenvolverse genial en el entorno de un festival ecléctico. Los suecos podrían hacer la banda sonora ideal de cualquier film con final feliz, y así está siendo también su historia: aunque hayan tenido que pasar muchos años, mejor cosechar ahora que nunca la merecida gloria. Un éxito tardío, pero más que merecido.

IGORRR, locura en Cartagena

El concierto de IGORRR fue de más a menos. Una banda de Metal con aporte de música electrónica gracias a su DJ, voces líricas, musica oriental, Drum & Bass e ideas locas a la hora de incorporarlo todo y estructurar las canciones… una riqueza tal podría ser capaz de atrapar a muy diversos públicos, pero también a ninguno concreto.

Quedarse en tierra de nadie y acabar siendo ignorado es un riesgo con el que convive IGORRR, supongo que forma parte de su idiosincrasia. En Rock Imperium pude comprobar que sí, que disponen de predicamento entre la parroquia metalera, a pesar de ir a los límites de todas las músicas que les han moldeado, llevándoles a ser lo que son.

Así, la propuesta de IGORRR, por la cantidad de estilos que son capaces de incorporar a su arriesgado sonido multiinfluenciado, debería ser cualquier cosa menos monótona. Pues, para nuestra desgracia, eso es lo que acabó resultando: una banda que a la quinta canción ha ofrecido ya todo su catálogo de posibilidades, pero sin suficiente impacto, mal aprovechadas.

No disfruté más allá de los primeros minutos, acabando por desconectar de la propuesta. Quizá tenga que indagar más en su material para poder entender su complejidad y engancharme a una actuación como la ofrecida en Cartagena, o quizá es que el calor había limitado la respuesta de mi cerebro, dejando entonces a un lado cualquier función que no fuera la de la mera supervivencia a la sombra del sol de justicia.

A muchos otros asistentes no les costó en absoluto imbuirse en ese loco sonido, pero a mi se me hizo largo y tedioso. Quizá, para la próxima, mi impresión sobre lo nacido en la mente de Gautier Serre cambie y pueda disfrutar del conocimiento musical tan vasto que acumula el francés.

BLITZKRIEG llevó la NWOBHM a Cartagena

Dame Heavy Metal inglés de los años 80, dame NWOBHM… porque aunque según su cantante Brian Ross, ese sea un concepto neblinoso y poco claro (y no le falta razón, dada la cantidad de bandas distintas que trataron de meter en ese saco) también suele ser sinónimo de calidad. BLITZKRIEG demostró que puede llevar ese sello encima con total orgullo.

Sin haber sido un conocedor de su catálogo, sí lo he sido desde hace bastante tiempo de la discografía de SATAN. La verdad es que, más allá de la voz (que comparten ambas bandas) encontré similitudes evidentes que me llevaron a verme absorbido por un concierto casi perfecto de los británicos: vibrante, con buen sonido y con un Ross mucho más enérgico que cuando le vi en un festival de la Pounding Metal Union en Madrid hace ya muchos años.

Los vínculos entre ambos grupos estuvieron presentes también en “Pull The Trigger” (canción originalmente de SATAN) y que me recordó el gusto que siempre ha tenido Ross por recuperar demos olvidadas en sus conciertos, por recordar tiempos pretéritos y por dar gusto a los fans más aguerridos.

“Struck By Lightning”, “Buried Alive” o “I Am His Voice” fueron algunas de las elegidas. Por cierto, que esta última fue dedicada con sorna al Rey Carlos III de Inglaterra, por ir de protector de los animales tras haberse dedicado durante años al entretenimiento de la monarquía británica por excelencia: las cacerías de zorros.

Además, entre todos los temas de su catálogo, se coló “The Spider”, una canción aún inédita que estará en su próximo disco y que apuntó unas maneras tremendas gracias a unos riffs de sabor clásico y oscuro muy prometedores. A Brian le acompañó su hijo Allan a la guitarra, haciendo duo con Nick Jennison. A la batería Matt Graham y Liam Ferguson como bajista completaron la formación, dotando de juventud a canciones con más de cuatro décadas y haciéndolas sonar como truenos.

BLITZKRIEG cerró con la homónima “Blitzkrieg” y nos recordó a todos los presentes que tuvieron en su pecho a METALLICA, entonces bebé de teta, y que algo tuvieron que ver para acabar siendo el gigante que es hoy en día. Los ingleses acabaron colocándose entre uno de los mejores grupos del festival.

ACCEPT, de menos a más

El que tuvo, retuvo... aunque en el caso de los germanos, cada vez queda menos, más allá del nombre y la marca. Wolf Hoffman sigue empecinado en ofrecer una cada vez más desnaturalizada versión de ACCEPT tanto en nombres como en sonido. De la formación clásica ya solamente está él, y aunque le doy todo el crédito posible a Mark Tornillo, un vocalista que es ideal para esta banda, el resto de la formación poco acompaña.

Al igual que comenté en su momento sobre JUDAS PRIEST, la voz no lo es todo, y capturar el sonido original de unas grabaciones, que al final es donde reside buena parte de la esencia de un grupo, es fundamental. Pues con una afinación más grave y tocando los temas a un tempo menor, desde luego vas mal encaminado. Si le añades unos últimos discos poco inspirados, diría que desde “Stalingrad” no se graba algo realmente interesante (y ya han pasado doce años…) y un tercer guitarrista que no pinta ni aporta absolutamente nada a ACCEPT -y estaba Joel Hoekstra de WHITESNAKE-, la cosa tampoco mejora.

Si hace dos veranos en el Rock Fest de Barcelona las sensaciones ya no fueron buenas, su aparición en el Rock Imperium no hizo más que refrendarlas. Al final, uno disfruta de los clásicos (más por la nostalgia que por estar bien tocados) y se engancha al concierto como puede… con eso y una segunda mitad de concierto que estuvo bastante bien, pudimos subir casi al notable a ACCEPT.

El mayor de sus debes: la falta de definición y poca calidez que tenían las guitarras y ya no tienen en “Living For Tonight” o “Midnight Mover”. Puros himnos, estamos de acuerdo y no se puede discutir, pero que resultaron inertes y sin vida, ramplones y tocados de cualquier manera.

La cosa despegó un poco con el medley de “Demon’s Night”, “Starlight”, “Losers And Winners” y “Flash Rockin’ Man”, además de tres temas selectos de la era Tornillo como “Shadow Soldiers” (en la que el tipo imitaba el paso militar de desfile sobre el escenario), “Teutonic Terror” o “Pandemic”. Casi diría que estas tres fueron lo mejor del show, y esto es muy significativo habiendo tocado “Princess Of The Dawn” o “Restless And Wild”, eso sí, a una velocidad infame.

Una coreada “Balls To The Wall” y la outro “Bound To Fail” sirvieron para despedir a Wolf Hoffman y sus compañeros, que recibieron el calor del público, pero no levantaron pasiones ni conmovieron como en tiempos pretéritos que, probablemente, ya no volverán.

SAXON llegó, vio y venció en Cartagena

Demasiadas viejas glorias acaban cruzando el límite en el que empieza el declive, lógico y totalmente comprensible por el paso del tiempo, cuando no has sabido dejarlo en el momento adecuado. Es una estación a la que se llega antes o después en la vida, y por mucho que lo evites, ese apeadero acabará llegando si no sabes bajarte antes del tren. Hay que ser sincero con uno mismo, y con tus fans.

¿Es ese el momento de SAXON, hay que parar la locomotora ya...? Sí, pero no precisamente por el agotamiento en las calderas, ¡si no por todo lo contrario!: si hay un momento para dejarlo, es ahora cuando el carbón está al rojo vivo, humeando y ardiendo como nunca… o quizá como siempre, tratándose de quien se trata, porque estamos ante una banda que lleva una regularidad y un nivel altísimo desde hace incontables años.

Los ingleses dieron una lección absolutamente magistral de Heavy Metal, con sabor a Rock de otra era, pero con una vigencia y una potencia descomunales. Rock Imperium era mi reencuentro con unos de mis héroes personales. Habían pasado ya muchos años desde que veía a SAXON, que los habré visto fácilmente más de diez veces, pero fue como la primera. Que manera de manejar las emociones de un público que los adora, con un escenario espectacular, su águila de luces, himnos clásicos y un par de buenas nuevas canciones como “Hell, Fire And Damnation” y “Madame Guillotine”.

Si además eliges bien los visuales que proyectas como en “Motorcycle Man”, “Dallas 1 PM” o “The Eagle Has Landed”, miel sobre hojuelas. Entre tanto gozo, quizá en las que más disfruté fueron mi favorito personal como “Power And The Glory” y “Ride Like The Wind”, que, sintiéndolo por el autor original Christopher Cross, SAXON ha hecho más suya que de nadie. Para rizar el rizo de los parabienes, Brian Tatler se ha unido a la formación y parece que llevara ya años ahí… vaya clase, vaya sonido que saca, es el guitarrista ideal para mantener la pureza de los temas.

No nos faltaron las imperecederas “Heavy Metal Thunder”, “Denim And Leather”, “747 (Strangers In The Night)”, “Wheels Of Steel” (en la que un fan superilusionado en las primeras filas lanzó a Byford su chaleco con parches del grupo) o un remate con “Crusader” y “Princess Of The Night”, colofón de oro a su increíble show. Este fue un set más largo de lo que venían haciendo, aparcando la condición de teloneros de JUDAS PRIEST para mostrarse en todo su esplendor, pero dos temas más nos habrían sentado de lujo… ¡Como hubiera molado escuchar un par de rarezas a lo “Frozen Rainbow” o “Suzie Hold On”!

La misteriosa y ambiental “Kingdom Of The Cross” del álbum “Battering Ram” sirvió de outro para despedirse del público, exhausto y a la vez babeando, pidiendo más. Hacía tiempo que no me iba con una sonrisa tan amplia en la cara, ahora sí, emocionado de verdad por lo que acababa de ver, y no por el recuerdo de lo que era. Si los sajones hubieran llegado en la época de Cartago, habrían tomado la ciudad sin dificultad alguna. SAXON fue uno de los triunfadores del Rock Imperium.

EMPEROR rige en Rock Imperium Festival 2024

Del temor a no ver nunca a los noruegos EMPEROR a paladear su barroco Black Metal a pasar a verlos hasta tres veces en cinco años… y sin saciarme nunca. Podrían y podrán (no tiene pinta de que vaya a cambiar) seguir ofreciendo majestuosas actuaciones sin sacar ni un disco nuevo, que tampoco vamos a ponerles un pero si las cosas siguen así.

Si bien es cierto que ese trabajo de estudio de algún modo se les demanda, es siempre con la boca pequeña: el recelo ante un posible descontento con un borrón en su corta pero suprema discografía está ahí, latente. De momento, nos conformamos lo que nos da el trío superviviente de EMPEROR: Ihsanh, Samoth y Trym aparecen con cuentagotas todos los años, junto a Secthdamon y Munkeby para los conciertos, pero a pesar de lo poco que aparecen en directo, siempre están en un nivel altísimo.

Como curiosidad, en esta ocasión la actitud de Munkeby fue bastante llamativa respecto a otras ocasiones, pasándolo en grande y rompiendo con los esquemas de oscuridad del Black Metal. El tipo estaba muy motivado, se encapuchaba y se desencapuchaba según le venía en gana y se arrancaba con algún bailecito incluso, aunque siempre detrás de sus teclados.

Por lo demás, vivimos el habitual show de EMPEROR, pero no lo toméis como si eso fuera poco: su estándar es la máxima calidad en la ejecución, actitud de frialdad, sobriedad... y el pulcro sonido, aunque en esta ocasión con un poco de bola al inicio del concierto. Es raro que este grupo suene mal… y no es que fuera así, simplemente faltó algo de claridad en “Into The Infinity Of Thoughts”, “In The Wordless Chamber” y “Thus Spake The Nightspirit”, pero diría que ya en la cuarta canción, “Ensorcelled By Khaos” la cosa mejoró bastante, sin llegar a la perfección.

Si bien esta vez me costó conectar con ese lado de la música que me lleva a algo parecido a un trance, y es algo que logré en las dos veces anteriores viendo a EMPEROR de principio a fin, fue un estado finalmente alcanzado... aunque no desde el principio. Ese extraño éxtasis llegó en “Curse You All Men!”. Puro gozo igualmente.

De nuevo, pasando muy por encima del “IX Equilibrium” y “Prometheus - The Discipline Of Fire And Demise”, más enrevesados si cabe que su material más aclamado, los noruegos vienen ofreciendo un set con muy ligeras variaciones año tras año. Un par de temas más de estos discos, que hay muy buen material, ayudaría a la rotación del set. En esta ocasión, después de “I Am the Black Wizards” e “Inno A Satana”, EMPEROR se descolgó con “The Burning Shadows Of Silence”, que creo hacía bastante tiempo no tocaban en directo, y el habitual “Ye Entrancemperium”.

Ahí se puso el cierre al festín del emperador del Black Metal, que me atrevería a tildar de opíparo, por todo lo alto. Muy grandes, y dejando ganas de una próxima vez que debería ser dentro del Hellfest francés… pero hasta entonces, paciencia.

Crónicas de Carlos Herrero, Jorge Riquelme y Enrique Herrero

Fotos de Jorge Riquelme (@maestrobeerbrola)

Sigue a HELLPRESS en Whatsapp para más noticias y contenidos de Heavy Metal y Hard Rock.